Así nos hemos sentido muchas veces a lo largo de esa pandemia… como Pedro y sus amigos despues de una noche de cansancio y vacío, sin respuestas y con hambre. Pero es allí que Jesús, con su mirada tierna, nos encuentra y el, hombre de su tiempo, nos enseña a vivir nuestro tiempo y a reaprender a pescar según las circunstancias. Es eso que queremos compartir en esta pequeña publicación: como Jesús nos ha ido animando a reaprender a echar las redes de la oración y de la misión, enseñándonos a usar las redes virtuales para SER red que comunica su esperanza en un mundo que tanto la necesita