“Crear espacios seguros” – Prevención de abusos y misión de la Iglesia

Una formación en línea para la FaMVD en el Reino Unido

La Iglesia, y nuestra comunidad Verbum Dei, tienen la misión de crear espacios seguros – lugares donde los menores y las personas vulnerables no sólo están protegidos, sino que están seguros y también pueden florecer.
 
Continuando con la serie de formaciones organizadas por Margarida (Londral) y la comunidad Verbum Dei UK, James McTavish, (miembro del equipo Verbum Dei APA – Asesoramiento y Prevención de los Abusos), dio una formación a la FaMVD en UK. Al ser online, los miembros de Verbum Dei de otros países pudieron unirse incluyendo los de Israel, Irlanda, Suiza y Portugal.
Los temas tratados fueron: la crisis de abusos clericales en la Iglesia, el abuso de poder, el abuso espiritual y el abuso de conciencia, y los esfuerzos de la Iglesia para promover una cultura de “Safeguarding”. Se nos recordó que a todos se nos ha dado poder – y en la raíz de TODOS los abusos está el abuso de poder. Los abusos de todo tipo producen heridas en la(s) víctima(s), y debemos estar atentos a las diversas consecuencias de los abusos.

La realidad del abuso es muy desafiante y “a veces sentimos la tentación de ser cristianos manteniendo una prudente distancia de las llagas del Señor.” (Papa Francisco, Evangelii Gaudium, n.º 270). Para superar esta tentación, debemos pasar de una actitud puramente REACTIVA a otra más PROACTIVA. Reaccionamos ante las noticias o los informes nacionales, pero también podemos optar por ser proactivos formándonos mejor. Y este cambio nos implica a TODOS, no siendo meramente opcional, sino que en realidad forma parte de la MISIÓN de toda la Iglesia: “La protección de los menores y de las personas vulnerables es parte integrante del mensaje evangélico que la Iglesia y todos sus miembros están llamados a anunciar en todo el mundo.” (Papa Francisco, Carta apostólica Sobre la protección de los menores y de las personas vulnerables, 26 de marzo de 2019).

La sesión se cerró con preguntas y respuestas. Entre las cuestiones planteadas se incluyó el desafío de identificar el abuso espiritual. La respuesta se centró en el punto de que “el árbol se conoce por sus frutos” – que a menudo la veracidad del abuso solo se entiende al escuchar las consecuencias perjudiciales en la víctima. Otro participante también planteó el importante punto de que la formación del clero (y podemos añadir todos los miembros de la vida consagrada) necesita mejorar. También se hicieron preguntas sobre los procedimientos de denuncia y se informó a los participantes de que cada Diócesis y Congregación tendrá sus protocolos pertinentes, y que también existe un Vademécum de la Iglesia para ello (https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/ddf/rc_ddf_doc_20220605_vademecum-casi-abuso-2.0_sp.html).

Todavía queda trabajo por hacer, pero en medio de los diversos desafíos, existe la esperanza de que la Iglesia y sus miembros puedan crear espacios seguros en sus diferentes entornos, donde todos, especialmente los menores y las personas vulnerables, puedan crecer y florecer. Como señaló el Papa Francisco, “”la Iglesia ama a todos sus hijos como una madre amorosa, pero cuida de todos y protege con un afecto especial a los más pequeños e indefensos. Este es el deber que Cristo mismo confió a toda la comunidad cristiana en su conjunto. Consciente de ello, la Iglesia vela especialmente por la protección de los niños y de los adultos vulnerables. Este deber de cuidado y protección incumbe a toda la Iglesia…”.

Comparte esta noticia

Noticias más recientes

Translate »