Es el proceso que se realiza para acompañar a otros en su crecimiento y desarrollo, en su camino hacia la búsqueda y la práctica de la libertad. La enseñanza de Jesús es respuesta para la vida de los discípulos. Les abre un nuevo horizonte, ilumina su oscuridad y sin sentido… comienza a transformarles desde adentro, como expresa Lucas 24,25-27.
El modo y calidad de amor de Jesús queda expresado en su Evangelio; allí nos invita a acudir para enseñarnos personalmente en cada encuentro, a ser misioneros de su amor, amando a los demás como Él nos ha amado.
El proceso formativo comprende tres grandes etapas fundamentales: iniciación, discipulado y etapa apostólica:
- La etapa de iniciación: apunta a una experiencia de encuentro con Cristo y conversión de vida desde el carisma Verbum Dei.
- La etapa del discipulado: forma en la escuela de apóstoles de Cristo, integrando la fe y la vida desde la Palabra de Dios.
- La etapa apostólica: el ejercicio de la misión realizado en equipo, continuará afianzando y capacitando al discípulo – misionero para que despliegue, dentro del carisma común, su potencial particular.