“Que el Amor con que tú me has amado, este en ellos”
Inspiradas en la cita bíblica de Juan 17, 26. Las misioneras del curso de formación en Colombia: Verónica Hernández de Monterrey – México, Mónica Garcia de Bucaramanga – Colombia e Ivón Castaño de Sincelejo – Colombia; realizaron sus primeros votos temporales este 30 de Enero del 2021, en casa blanca – centro de espiritualidad del Verbum Dei. se contó con la presencia de la responsable de rama de las misioneras a nivel mundial, algunas personas de la comunidad de Bogotá y familiares; respetando las debidas normas de bioseguridad.
Mi nombre es Verónica Hernández, tengo 30 años, soy de Monterrey, México y es para mí una alegría muy grande el poder compartir con todos ustedes el paso de Dios por mi vida, y su invitación a la vocación consagrada y misionera en la Fraternidad Misionera Verbum Dei.
Durante un mes de ejercicios espirituales, preparación para los votos, fue para mí un palpar mi deseo y sed tan grande que Jesús conquistara completamente mi voluntad y poder profundizar en motivaciones grandes para la consagración, a la vez reconocer la dedicación, la confianza y la alegría de la Trinidad por invertirse en medios, personas y su mirada de trascendencia, amor y ternura por generaciones, para desplegar todo lo que soy y toda mi capacidad de amar, que él mismo me ha dado (Dt 32,11), llevarla a horizontes más grandes de los que yo misma habría llegado a pensar o a imaginar.
La experiencia de Alegrarte porque Dios está contigo (cfr. Lc 1, 28) ha cobrado para mí un nuevo sentido, alégrate pues en tu barro, en todo lo que eres, Dios quiere manifestar su gracia (2Cor 4,7) esa fuerza extraordinaria que a pesar de todo y en todo se manifiesta con amor y ternura, que realmente así es como Dios te gana y te conquista para que seas feliz, pero también para contar con tu vida, para unirte a su consagración y junto con él ser sal y luz de la tierra.
Ahora puedo decir como el profeta “Me has seducido Señor, y me dejé seducir; me has agarrado y me has podido” (Jr. 20,7) has conquistado mi voluntad a fuerza de amor y de misericordia, de hacerme parte de tu pueblo para unir al pueblo, a fuerza de conocer tu amor para despertar en mí el deseo de que tu amor esté en ellos, en todos mis hermanos, en todo hombre y mujer. Mis deseos se han vuelto motivaciones grandes para seguir a Jesús y seguir dejándole ganar mi vida para la alegría de tantos. Reconozco que aún queda mucho por caminar, que es un paso más en el proceso de seguimiento, de consagración, pero sin duda con una motivación grande para seguir caminado, y para no hacerlo sola, para caminar con la Trinidad y María, la luz que mi vida guía, y en comunidad.
Mónica García comparte su testimonio resaltando su experiencia de gratitud con Dios por el regalo de la llamada.
“Le daba muchas gracias a Dios por el gozo de la llamada, por poder experimentar el gozo en el corazón que trae su mirada sobre mi vida. Saber que me ha acompañado a lo largo de mi historia y sentir su misericordia, su perdón, su compañía.
Ha despertado en mi el deseo que él había inscrito desde siempre. En un momento de mi vida me hacía entender que debía renunciar a mi trabajo y cuando le preguntaba ¿por qué?, me respondió: “por amor”. Pensaba que me iba dejar en mi mismo espacio, en mi ciudad, etc. Pero poco a poco me fue haciendo más sensible a realidades que no eran visibles a mis ojos, que no era solo un lugar sino a todo un mundo que necesita de su amor. Por amor a Él en muchos hermanos que no le conocen. Ese amor que ya está en ellos, pero no saben que lo tienen. Es una alegría sentirme como un instrumento a través del cual Él quiere llegar y quiere que sea expresión de su amor.
Gracias a la virgen María porque es mi fiel compañera en mi caminar, en este camino de seguimiento a Jesús.