Compartimos la pascua y el paso a la vida eterna de Dara O’Brien, misionero irlandés, quien afrontó una enfermedad que le aquejó por varios años; pero que nos dejó el recuerdo de sus canciones y su legado misionero en esta Familia Verbum Dei.
UN POCO DE SU HISTORIA
Dara O’Brien nació en Dublín, Irlanda, el 24 de abril de 1967. Hijo de Malachy y Pauline, hermano de Enda, Blaithin, Ciara, Tiernan. Después de terminar sus estudios de Medicina cursados en UCD Medical school en 1989 y de ejercer su profesión, entró en el Verbum Dei en 1990.
Hizo su Curso de formación en Siete Aguas y profesó sus primeros votos el 26 de septiembre de 1993. Estudió teología en el ITVD. El 8 de enero de 1995 hizo sus votos perpetuos. Recibió el diaconado el 29 de enero de 1995, en Loeches y fue ordenado sacerdote el 13 de agosto de 1995 en Mallorca.
Tras la ordenación fue destinado como misionero a Dublín, donde se le diagnosticó esclerosis múltiple en 1997.
Entre los años 2000 a 2002 estuvo en Guadalajara, México. Tratando su enfermedad con un médico de Morelia, en esos años grabó su último CD “Tu serás la Luz” donde canta: “I have Dream”.
Durante el tiempo de enfermedad, estuvo principalmente en España (Loeches y Vicálvaro en el Centro residencial para personas con Esclerosis Múltiple Alicia Koplowitz), pasando alguna temporada en México y también en Irlanda. Falleció en 27 de febrero de 2025.
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ALGUNAS LETRAS DE CANCIONES DE DARA:
- “Come to me”
- “Hijo”
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TESTIMONIO ESCRITO POR EL PROPIO DARA
De: Dara O’Brien, misionero Verbum Dei, España.
Julio 2004.
¡Hola!
Soy un misionero católico de la comunidad Verbum Dei y he tenido ‘esclerosis múltiple’ desde 1998. No puedo jugar más al deporte (¡aunque no podía mucho antes tampoco!), pero al menos tengo un teclado, y me mencionó Yolanda que no sería mal escribirte unas palabras.
Soy irlandés (aunque ¡no es culpa mía!) ¡y soy un poco raro, porque estoy feliz! Diagnosticaron esclerosis a 15 en mi provincia en 1998, y 8 se suicidaron aquel año. ¡Pobrecillos! Es verdad que los bajones de visión, de fuerza muscular (y de ¡’continencia’!) etc. son fastidiosos, pero creo de verdad que tengo mucha suerte. Tengo dos pulmones y el aire para respirar nunca disminuye. Pero el fundamento de mi felicidad es que hay un hombre que dio la vida voluntariamente en una crucifixión dolorosa y vergonzosa hace dos mil años, y sus seguidores no acabaron tristes mucho tiempo. Más bien, se alegraron un montón, y reunieron un grupo de seguidores. ¡Es que aquel hombre resucitó de verdad! Es que era Hijo de Dios de verdad. Es el Hijo de Dios Eterno. Yo no tengo ninguna prueba científica, pero cuanto más presto atención a su palabra, más me ilumina. Yo me gradué en medicina en 1985, y me encantó poder hacer algo útil por los enfermos, pero me di cuenta de que muchos en este mundo viven infelices porque no han entendido bien lo que nos trajo aquel crucificado. Sus seguidores siguen convirtiendo a gente (la Iglesia). Me convencieron a mí, y doy gracias.
Un día en mi universidad de medicina, me tocó examinar cuerpos humanos muertos, y empecé a tomar en serio el hecho de que algún día, dentro de pocos años, ¡uno de los cuerpos muertos será el mío! Volviendo a casa aquel día llamé a la puerta de unas extranjeras que no conocía (Misioneras Verbum Dei), y dije, “Disculpa la interrupción, pero tengo una pequeña pregunta: Después de la muerte, ¿dónde vamos?”. ¡Y no es una ‘pequeña pregunta! No me respondieron con un gran libro de Filosofía, sino me invitaron a su capillita y me dieron una silla. Había un modelo de la cruz, y yo había visto cosas así antes, pero esta vez me quedé un rato contemplando. Y dio fruto. Empecé a respetar la solidaridad de Cristo. El dolor y la vergüenza eran voluntariamente aguantadas por Él, y además sus amigos no acabaron de seguirle. Me quedé convencido como nunca antes, de que la fe cristiana es mucho más que otra filosofía o cuento. Y es verdad que Cristo ha movido muchos corazones para amar muy generosamente durante los siglos. Había tenido experiencias de trabajo social y en hospitales, y a pesar de ratos egoístas, me di cuenta que amar generosamente te hace feliz. Pasé 6 meses en África (Zambia) trabajando en un hospital misionero. Tenía niños hambrientos en mis manos, y me preguntaba, si Dios ama mucho, ¿porqué no da la comida que hace falta? Pero la O.N.U. dice que hay cuatro veces más comida que hace falta en el mundo. Es decir, el problema es que algunos cogen de sobra y dejan a otros sin lo suficiente. Esto es en EL asunto de la nutrición, pero refleja unas injusticias en muchos otros asuntos. La política, economía y la ciencia etc. pueden lograr algo, pero fundamentalmente, ¡hace falta cambiar corazones! Incluso, me tocó encontrar mucha depresión en el ‘primer’ mundo. Incluso el suicidio ha aumentado mucho en el siglo 20. Entonces, la llamada de Cristo a ayudarle me impactó. Me encantó, aunque trae desafíos, porque me ha traído mucha alegría. ¡Es que hay solución en esta familia humana!
Entonces, me pregunté ¿qué estás haciendo todavía en la cruz, Señor? Y entendí en mi corazón la respuesta “¿qué estás haciendo tú, Dara? Y es que podemos mucho juntos”. Han pasado algunos años y he perdido mi buena salud física, pero mi felicidad continúa. ¡Si el Padre Nuestro quiere ‘que vuelva yo al polvo’ dentro de poco, me iría bien ‘descansar en paz’! Pero, no creo que lo quiere toda vía. Creo que quiere que haga yo algún trabajo en el mundo. También vas a morir tu, dentro de pocos años, pero mientras tanto, Dios quiere dar a cada uno algún papel en amar.
Tengo la esclerosis múltiple, ¡pero 99.9% de mi vida es alegrosa! Muchas veces, uno no aprecia los dones hasta que los pierde, y la esclerosis me está enseñando a apreciar los muchos dones en la vida aquí, ¡como tener aire para respirar! Una de las cosas muy buenas del camino de Cristo, es que ¡es justamente en la pobreza evangélica que Dios nos revela la auténtica riqueza! Desde la cueva de Belén hasta la cruz del Calvario, Cristo nos enseña que el camino hasta la resurrección es así.
Claro, pido a Dios sanar mi esclerosis, pero le pido mucho más que me libre de tentaciones y pecados para poder decir honestamente con María: “Hágase en mí según tu palabra” – porque creo de verdad que el querer de Dios es nuestra felicidad eterna.
La Biblia nos dice esto: ‘Nada nos puede separar del amor de Dios – ni la muerte ni la vida, ni lo presente ni lo futuro, ni hambre, ni sed, ni persecución… Superamos todo esto porque el amor de Cristo ha sido derramado en nuestros corazones’ (Rom 8, 34). Añadiera yo la esclerosis múltiple a los problemas que se superan con el amor de Dios.
Tener fe es un don que he tenido la suerte de recibir, y dice la carta de Santiago que los desafíos en la vida aumentan aquel don y lo hacen permanecer. Dice esto: ‘Aceptad los desafíos con buen ánimo, porque sabéis que engendra perseverancia. Y que vuestra perseverancia sea perfecta y completa, sin que le falte nada.’ (Santiago 1, 2-4). Es claro que yo no soy perfecto, pero si Dios quiere que vaya yo por algún camino que no es normal, lo quiero yo también. Dice la carta de Pedro esto: ‘Regocijáis en la fe, más precioso que el oro que dura aun pasando por el fuego. Aunque por un tiempo pequeño, os toca sufrir un poco, será fuente de mucha gloria cuando es revelado la gloria de Jesucristo.’ (1 Pedro 1, 6-7). ¡Quizás mi esclerosis múltiple es una forma en que Dios está probando y refinando este trozo esclerótico de barro irlandés!
Pero el problema es que no se si te aburres de lo que escribo. Por eso no me enrollo más. Juan el Bautista no se enrolló, sino apuntó a aquel que habla muy bien: ¡a Jesús! ………..Dara.
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Testimonio en video de Dara por alfayomega.es
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Reconocimiento en video a Dara por VerbumDei Salutis
Recordemos el valor de vida de Dara y su aporte misionero por siempre
QEPD